Quest! The comeback | El Regreso

Quest! The comeback | El Regreso

Ahora mismo tengo la enorme suerte de estar ayudando diariamente a un puñado de personas a mejorar su inglés. Considerando que aún no he lanzado oficialmente mis servicios (o no de la manera que llevo planeando tantos años) y que todas llegaron por recomendación o por ser antiguos alumnos de la época de la prepandemia, son un hito profesional del que me siento personalmente muy orgullosa.

Digamos que los últimos años han sido unos tiempos turbulentos de muchos cambios para todo el mundo. Yo fui uno de esos negocios locales que tuvo que cerrar con la llegada del Covid, y sinceramente me quedé en tal estado de shock sin saber qué hacer con mi vida profesional en aquel momento, que ha sido un verdadero milagro encontrar de nuevo el camino hacia lo que ofrezco ahora en Quest!, adaptándome a la nueva realidad de lo que es la enseñanza de un segundo idioma en estos tiempos donde la IA lo está cambiando absolutamente todo.

Los perfiles que manejo actualmente son muy dispares y esto hace que el trabajo sea un reto diferente cada día. La mayoría son programadores full stack que vienen de empresas tecnológicas desarrolladoras de software. Tengo a una pareja de emprendedores especializados en impulsar ideas, asesoramiento y la gestión de nuevos talentos empresariales y una consultora experta en internacionalización de empresas canarias y gestión de licitaciones públicas. Tengo a una organizadora de eventos, a un entrenador físico con una voluntad de hierro, a una experta en marketing y a un jefe de producción. Es una maravilla hablar con todas estas personas sobre los retos en sus respectivas profesiones.

Todos y cada uno de estos perfiles necesitan mejorar su inglés o bien para optar a trabajos mejor remunerados en el futuro o bien para manejarse de forma más eficaz y profesional en sus puestos actuales. El inglés sigue siendo ese gran plus en el currículum de cualquiera, pero los dos grandes males que acechan a día de hoy son, por un lado, la falta de tiempo y por otra, la cantidad abrumadora de oferta y recursos que existen. ¿Qué hacemos entonces?